viernes

Los Berkshires

   El cielo es rosado, el que no sabía que era hermoso y si lo es, sino que viene una tormenta, el agua, el trueno, el relámpago y el relámpago pronto decorarán el cielo, como si no fuera suficiente.  
   La furia con el granizo gigante, dice la noticia, cierra las ventanas, no se acerque al cristal, se avecina una gran destrucción, el granizo destruirá los parabrisas y como si fueran pequeñas grietas dejarán en nuestros vehículos, como recuerdo.  
   Cuando abusamos del medio ambiente que incluso viene como una queja dolorosa, vientos huracanados y algo especial, estamos en una buena altura porque vivimos en ciudades históricas construidas en los Apalaches las casas están rodeadas por altos guardianes verdes que ni el frío, el hielo y la nieve pierden el color de sus uniformes, sino que son una gran amenaza, son tan altas que algunas alcanzan la pequeña altura de 20 o más metros de altura, la construcción sí  No nos ayuda, las casas a la manera de los colonos ingleses, los techos son de pavimento como si fueran trozos de cartón en bruto que imaginan el papel de lija del carpintero.  
   Mañana veremos las hojas caídas, las flores sin pétalos, y con suerte no habrá cortes de energía.  Alrededor tenemos muchos lagos y puedes ver grandes olas, por supuesto, esto no se compara con el océano, pero en la mañana con el sol naciente nos deleitará con el arco iris, hoy todo es muy verde, la belleza de Berkshires, una gran tierra  Que adopte como la mía, y disfruto de sus estaciones, blanca en invierno, con olor a madera quemada y mil luces de colores para alegrar la manta blanca que nos acompaña si es válida durante cuatro meses, pero como le gusta.  En estos paradisíacos lugares nos quedaremos seis meses, la primavera viene a continuación, la alegría de los tiernos animales sale de los árboles desnudos del bosque que perdieron sus coloridas hojas pintadas por el otoño.  
   Durante unos meses te confundes en el suelo como obras de arte incrustadas en la tierra.  Esta tierra que no es mía se enamoró de su belleza exótica.  Largas noches en las que puedes escuchar el aullido de los lobos, y no es indiscutible compartir nuestro territorio con grandes osos negros, los ciervos van a los jardines y casi parecen hacer fiestas, ardillas, mapaches y, a veces, malos olores cuando tienen  Llegados de los zorros invitados, hay tanta variedad de aves que los cuervos dan una respuesta sombría, pero tenemos que cuidar su inteligencia, si eres bueno y los alimentas al día siguiente, llenas con pequeños regalos en agradecimiento por tales  Cortesía, a veces escuchas un golpe de martillo, y si miras el techo, no te sorprendas de que haya un pájaro carpintero, en los árboles sirven sus ramas de juguetes de los caballeros de Ruiz, que trinan con su canto que adorna el verde de  la hierba, cuántos ríos y si viajas poco, llegas al gran mar celestial, con su oleaje te da el bienestar y con su agua humedeces tu cuerpo, con abrazos de agua te dicen "Te quiero" mientras la vista se pierde en lo imponente.
   Agua andosa, estos son los Berkshires el lugar donde vivo.

A. P. Illingworth

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