Un lago grande se forma de lágrimas que caen infaustas, ante tu prematura partida, te fuiste callada, en un silencio permanente, dejaste mi corazón destrozado, con un dolor incurable, la turbulencia de los vientos fríos sumergen mi alma en tristeza y dolor infinito. Días van y vienen pero nada cobra sentido al saberte tan lejos, el cielo no puedo tocar desde la tierra, en donde estás mi ángel de bondad y ternura, en mi oídos retumban tus melodías que cantabas cuando niña, para dormirme y cuidar de mi sueño. Luego vino mi hermana, más tarde cuatro hermanos varones, nos amaste, nos mimaste y cultivaste en nosotros un gran a ti mi amada mami. La bendición más grande de haberte tenido por unos años en nuestra vida. Te fuiste y nos dejaste solos, sin nunca poder sentir la ternura de tus brazos, ni el amor que brotaba de tu corazón. Volaste al paraíso a la primera llamada De Dios, cerraste tus grandes ojos a la vida y los abriste ante la luz maravillosa de gozar de lo alto y disfrutar la vida eterna. Te fuiste con tanto silencio,
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