Si pudiera renacer mil veces mas, cada una de ellas te amaría como te ame.
Si ante Dios estuviera, le pidiera volver a vivir la misma historia con mi primer amor.
Recuerdos que van y vienen, pero al mismo tiempo, son tiernos y dulces de ese primer latido intenso que sentimos en nuestro pecho, el día que nos conocimos.
De estatura alta, de guapeza incomparable tu cabello rubio brillaba y tus labios carnosos, conquistaron mi corazón y con tus celestiales ojos robaron mi alma.
En aquella noche de luna, donde en el cielo negro estrellas brillaban, mientras tu me mirabas profundamente, reflejando tu rostro en mis grandes ojos.
Un beso dulce como la miel, nacido desde nuestra alma fulminante, pasajero y duradero quedo grabado en una noche de luna llena.
Mientras la risa a carcajadas, al contar una travesura y al experimentar la transición de niños a la adolescencia llegábamos.
Como olvidar el primer amor de momentos locos y mientras crecíamos aprendíamos a amarnos locamente.
Como se puede olvidar las locuras cometidas mientras soñábamos con un futuro juntos y de pronto planeábamos cuantos niños tendríamos.
Mi sorpresa cuando me decías, quiero una docena de hijos contigo, cuando en mi mente quería dos o tal vez cuatro deseaba.
Jóvenes locos llenos de energía, un mundo ideal creábamos, mientras nuestro amor crecía y los dos sentíamos algo que no sabíamos que era.
Como poder olvidar ese primer loco amor que dos niños jugaban a ser adultos, entonando melodías de cuanto nos amábamos.
Donde se quedaron los sueños, donde que quedo ese loco amor que nos tuvimos y luego nos olvidamos.
Tomamos dos rumbos distintos, rompiste mi corazón, pero ni tu ni yo podremos olvidar el gran amor que nos tuvimos.
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