Maldad.

  Con una sonrisa caballeresca, con perfume barato, sin inteligencia, ni clase, como un animal sarnoso, te apoderas de lo ajeno. Envenenas el alma, corroyendo el corazón y lentamente matas el espíritu empujándolo al borde del suicidio.

   Maldad ingrata, vienes en todas formas matando vidas y terminando relaciones. Piensas que es fácil derrocar la bondad e imponer tu frío y oscuro dominio ante el gran poder De Dios.

   Maldad pareces ser invisible, te ríes enseñando tus colmillos, piensas que ganaste estas equivocada, perniciosa y pestilente y como si fuera poco embustera.

   La vida nos enseña a distinguir la maldad y se viste de tantas formas como una caja de pandora, estúpida. con tu arrogancia frustras vidas, terminas familias, se te podría comparar con las mas grandes pecadoras. Buscas súbditos que se unan a ti, y que te alaben ante tu yugo, que aprenda de ti reptil ponzoñoso, malévolo y embustero.

  Piensas ganar la batalla, pero no sabes que la guerra siempre gana el bien con la bandera de la inocencia.

   Jesús llora cuando tu haces daño, tu ríes ante su llanto pero ignoras su poder divino, te arrastras como serpiente dejando en tu paso piel vieja y haciéndote de nueva de colores brillantes avisandote, imponente, y sin inteligencia. Que seguirás destruyendo a la humanidad, y todo lo que esta a tu alrededor, ingenuos con cerebros vacíos, son los que te siguen por que ellos ignoran el amor infinito de nuestro Dios todo poderoso.