Con infinito deseo quiero que los años transcurridos,
Regresen a ti y a mi, con aquellas caricias,
Que no nos interrumpan ni los ruidos, que
Inquietaban a nuestros labios,
unidos con los besos más sabios.
Que el tiempo retroceda inmensurablemente,
cuando fuimos dos locos enamorados,
Entrelazadas nuestras manos y pensamientos soñados,
Cuando cada beso nos inquietaba,
Como mariposas que nos alborotaban.
Recuerdo tener cerca mio,
Tus ojos de verde sombrío,
Tu piel tostada por el calor,
Y podía ver de tu alma el candor,
El ruido del río como suave música celestial,
Avivaba nuestras células,
Que parecían prisioneras en jaulas,
Para no desatar nuestro instinto,
Como después de beber una copa de vino tinto.
Aquellos tiempos que nunca nos robaran ajenos,
Ni la distancia podrá alejarnos,
Dos almas generosas con un amor,
Indispensable lleno de un calor,
Que sucumbirá como flama,
Cuando tú y yo revivamos con calma.
Lo que el destino puso un trecho,
Hoy será un corto lecho,
Nos unirá como una tormenta,
Llena de pasión con sabor a menta,
Terminaremos unidos los dos amantes,
Los cuales somos como dos diamantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario