Un Ángel Llamado Mamá

Sin dudar un segundo, 

Abriste tus alas blancas,

Y atendiste la llamada de Jesús,

Volaste directamente al cielo.

Cuando te vi en tu caja mortuoria, 

Había una muñeca dormida,

Cerraste tus verdes y grandes ojos,

Callaste tú voz.

Te hiciste presente ante Dios,

Te vistieron con tu túnica blanco satinado,

Tú siempre hermosa eres un ángel más.

Recuerdo cuando rezabas y me enseñabas de rodillas a rezar el Rosario, y hoy te sigo escuchando,

Tú Dulce y mediodías voz, 

Fuiste tan hermosa,

Dulce, mágica, tierna y hasta estricta,

Fue algunas veces difícil comprenderte.

Pero hoy te entiendo, 

Escribe me dijiste desde niña lo haces,

No todos tienen ese don, 

Sigue pintando, no pares,

Dios bendijo tu vida con letras, y plasmas la belleza a travez de tus ojos.

Tuve una gran maestra, tuve mi mejor amiga, tuve mi Bella madre,

Que se me fue al cielo,

Cuatro años atrás.

Te presentas en mis sueños,

Hermosa como siempre,

Elegante, increíblemente Bella, 

Y puedo sentir tu perfume, y dejas en mi piel la huella de tus besos.

Me visitas siempre vienes a mi, mi ángel de porcelana,

Cuál maravillosa imagen,

Te sigo viendo y recuerdo,

Desde tus canciones de cuna,

Y un fino tarareo de tu voz celestial.

Descansa ángel mío,

Cierra tus alas,

Pero no abandones tus hijos, 

Ni nunca te alejes de mi. 

Lágrimas caen sobre mis mejillas, 

Duele por adentro mi tierno corazón, 

No puedo entregarte flores en tu día,

Mi madre amada.

Te dedico mis versos, mis historias, 

Entregó a ti mis pinturas,

Que tanto me dijiste que nunca las dejé de crear,

Feliz día Mamita,

Mi angelito del cielo.