miércoles

Mi vida.

    Me encuentro atrapada en mi mismo, algunas veces me parece ver espejismos en mi soledad, no es que he perdido la razón a lo contrario estoy más cuerda que nunca. Todos los días parece que estoy en una competencia de mar, tierra y aire, pero solo está en mi, con recuerdos del pasado. Que me dan cacería en cada respiro que doy, no puedo entender la maldad de un ser humano que un día me dijo amarme. 
   Vivo en un pueblo pequeño y hermoso, pueblo, pero en mi mente es como si viviera en una cumbre muy alta y borrascosa , en donde se difumina lo verde de las praderas y solo diviso rocas puntiagudas, que cortan afiladas mi corazón y alma. Tengo la libertad  de los pájaros, quien diría puedo volar alto, pero cómo hacerlo, si mis alas me han cortado. Todos los días se hacen tan largos que espero un milagro, pero más me parece estar en frente de un batallón de fusilamiento.  
   Siempre fue mi sueño el vivir un amor maravilloso y lo único que tengo una gran soledad y tristeza. Cuales acongojan mi espíritu, y poco a poco estoy sumida en la mazmorra de un viejo pabellón de castigo de la vida. El dolor me acongoja diariamente, el insomnio ha ganado mi desvelado sueño, mis ojos permanecen abiertos, de ver la oscuridad de la noche,  hasta ver el sol saliente que ilumina mi rostro, y en medio de mi orfandad que me acoja, por lo menos me abriga con fulgor mi animo, y me da aliento. 
   Mis noches negras se alargan cada día más y las tinieblas cubre mi espíritu y mis sueños se desvanecen ante lo maravillosa de la existencia. Tengo gatos negros, que acompañan mi presidio en esta ruta fría de la muerte. En medio de mi tenua melancolía, mi lucidez me inspira, tratando de regresar a ser la mujer de antes. La que no conocía miedo, la que luchaba la adversidad y el odio que inspiró por la envidia, de la gente que me ve sonreír y piensa que he conseguido la felicidad eterna, pero no se dan cuenta que mientras mi rostro dibuja una falsa risa, que me acompaña las lagrimas, mi corazón llora de tristeza al ver las injusticias que se cometen a diario. Como regresar a ser la de antes siempre optimista, y piadosa. 
   Tampoco se diga que fui la de tener un rosario en la mano ni llevar mi humanidad a la iglesia. Si siempre pensé que en lo bello de la madre naturaleza está el Dios del cielo, no en una casa de cemento sólido, frío, con luz sombría donde ilumina La luz moribunda de una vela, la Cruz donde mataron a Cristo. 
   Como volver a ser la de antes si mi bondad se paga con mal agradecimiento, no por que quiero que se me de las gracias, más bien digo por que los seres humanos llegan a una de sus metas y se olvidan del pasado, y miran despiadados a otros que necesitan ayuda, y mientras ellos me necesitaban se llenaban la boca de un agradecimiento fingido. Si tan solo les pedí hacer con el resto, lo que hice por ellos. 
   La batalla no está perdida la misma muerte no ha podido conmigo pero como recupero fuerza para ser como antes, la mujer luchadora y emprendedora. Ya que hoy han cortado mi vuelo, acercarme al cielo. Solo miro desde mi jaula de prisionera de mi propio martirio, la impresionante belleza de un azul del cielo, segura estoy es donde se encuentra el paraíso. 
   Como ser la de antes si me he sepultado en cuatro paredes, que las limpio a diario. Pero al darme cuenta todo regresa a un sitio desconocido, y se ha cambiado el rumbo de mi destino. 
   Como puedo ser la misma si casi aliento no tengo, para sacar fuerza de donde si no la tengo. 
   Como avanzar puedo si siento que estoy sepultada en vida en un reducido espacio en donde cuento mis historias a mi fieles gatos negros. 
  Como puedo regresar a ser la de antes si mi inspiración me abandona, y casi se podría decir me cuesta el sacar mis pensamientos a que por lo menos ellos afloren, y sepan escapar de mi condena. Ellos puedan ser libres como lo fui cuando despertaba a la vida. 
  Como puedo ser la de antes, si mi gran anhelo ha sucumbido a la derrota, y está atrapado en el desvanecimiento de mis metas, que hoy se han convertido tan solo en sueños. Como puedo volver a ser la de antes si tal ves se esfumo en el viento.

A. P. Illingworth

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