tal vez un dicho o hecho
contrario a la lógica de mi deseo y pensamiento.
Perseguir un sueño de paz con la violencia de un destino incierto, pero también cierto.
Una extraña paradoja que ocurrió en mi vida,
Un amor perdido casi imposible de encontrarlo, y hoy lo tengo de nuevo,
Un beso pendiente de carnosos labios en el invisible destino,
pero sin encontrar ya al amor de mi vida.
Soledad eterna que parecía austera, lejana, de un abandono, pero con fe de encontrarte y tenerte por siempre.
Brazos que un día estuvieron cubriendo mi cuerpo, con abrigo y sentimiento, me alejaron de ellos, con siniestras mentiras.
Me dijeron es solo un corto viaje venturoso, que desobligo! fue largo y tedioso, casi como crucificar mi corazón al no tener el tuyo.
Quisiste matar mis sueños, forzar mi pobre alma, al yugo que me impusiste, pero a pesar de la tortura, al final de tu vida, me dijiste búscalo y cuenta tu triste historia provocada por el juego sin destino.
Parecía que imposible sería, al final de la travesía, larga, casi sin esperanza, sorpresa del del encontré lo que pensé perdido.
Hoy te tengo lejos, pero al mismo tan cerca, envuelta por años de tristeza, de una cruenta de acertijos necios e inciertos.
Me confundiste en el laberinto llamado vida, la paradoja mia, de años de desesperanza, que parecía frustrar mi búsqueda, opuesta a una verdad que nadie pensaría que es una obra maestra, sin final glorioso, tan solo olvido, rechazo, acompañado de la aburrida vida que tenía.
El que busca encuentra, por más siniestra, y penumbrosa existencia, que al final de todo este laberinto de ideas, con pensamientos a punto de perder la razón, y a pesar del juego de la vida.
Encontré y hoy siento lo que en un momento una loca vestida de destino quiso robar lo que es mío, y al final de la vida me enseñaste que nada es imposible por más grande que parezca la paradoja.
Hoy digo si tengo al muchacho tierno que tanto ame, casi con locura, pensaban que seria bueno ponerme en un manicomio.
Nadie comprendía lo que me dolía, esta dicha paradoja, que me quito ayer lo mío, y hoy me devuelve lo amado, la felicidad mía, hoy respiro amor a pesar que el calor del verano dora mi piel casi volviéndola negra.
Pero la paradoja me ha devuelto a mi amado por quien vivo, por quien escribo y desafío a la misma paradoja, que cambie el concepto, te gane por que me devolviste al hombre amado.
Para entender este poema debes saber la figura que constituye mi pensamiento que consiste en emplear palabras cruzadas y opuestas, expresiones que aparentemente envuelven contradicción.
Nacer y vivir y al mismo tiempo muriendo de amor es una paradoja de mi misma vida.
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